Fresco de Maracuyá y Néctar de Maracuyá

El maracuyá es una de mis frutas favoritas. Los peruanos lo adoran y lo usan en infinidad de recetas, desde refrescos y tragos, como el maracuyá sour, a postres como mousse y cheesecake o platos salados como cebiches y tiraditos.

El fresco de maracuyá se hace con pura pulpa de maracuyá, agua y azúcar, y se sirve sobre bastante hielo. Nada más. Es una bebida refrescante y deliciosa que se puede hacer en cuestión de minutos para tener una gran jarra en la refrigeradora que te durará para toda la semana -no creo que tanto pero esperemos que así sea.

Para hacerlo necesitas los maracuyás más maduros y pesados que encuentres. Sí, esos que tienen la cáscara arrugadita y que están comenzando a tener manchitas oscuras. Cuando están pesados significa que la pulpa está llena de jugo. Córtalos por la mitad y vierte la pulpa en un colador sobre un recipiente, presiona con una cuchara para romper todas las burbujitas de jugo que tienen una semilla negra en su interior. O haz como yo, que pongo todo en la licuadora y proceso por unos segundos a velocidad mínima para evitar triturar las semillas. Luego cuelas todo y descartas las pepitas. Agregas agua y azúcar al gusto !y listo! Asegúrate de probarlo, pues el maracuyá es muy ácido y puedes necesitar añadir más agua o más azúcar para poder tomártelo.

Por otro lado, el Néctar es otra bebida muy popular pero en la que se usa la fruta completa. Para hacerlo corta los maracuyás por la mitad y colócalos en una olla, con cáscara y todo. Cubre con agua, lleva a ebullición, baja el fuego a medio y cocina hasta que las cáscaras estén suaves. Apaga el fuego y enfría. Procesa en la licuadora hasta que esté homogéneo, cuela y descarta los sólidos, agrega azúcar al líquido ligeramente espeso que ha resultado y endulza a tu gusto.

Refrigera y sirve bien heladito.