#LunesSinCarne – Escribano

Cuando comenzamos Peru Delights, y trataba de expandir la cantidad de recetas peruanas, mi mamá mencionó un nombre que antes no había escuchado: Escribano. Para mí esta palabra, escribano no significaba nada para mi, gastronómicamente hablando. No tenía la menor idea de que es un plato tradicional de Arequipa. Tiene este nombre porque en las comiderías de esta ciudad, los jueces, abogados y secretarios de los Juzgados, salían a almorzar mientras conversaban sobre trabajo, mezclando papas cocidas con tomates y rocoto picados. No sé si es una historia real o una leyenda urbana. Lo que si sé es que  este plato es más amable en la boca que en los ojos, así que no te dejes llevar por su no tan atractiva pinta, y pruébalo. Seguro que te va a gustar. 

Lamentablemente muchos de nuestros deliciosos platillos peruanos no tienen la buena fortuna de ser muy bonitos -o como diría Amir, nuestro gran amigo- no son fotogénicos. Para entrar en este mundo de sabores y texturas necesitas dar un salto de fé y probar los platos antes de juzgarlos. El Escribano es, ciertamente, uno de esos platos engañosos: no da muy buena impresión cuando lo ves pero después de probarlo la historia es muy diferente. La primera reacción de mi novio puede ser un claro ejemplo: «¡Esta es una ensalada de papas fantástica! Es quizás mejor que la ensalada de papas alemana que hacía mi madre, y esa era realmente buena.» (Su mamá era de Austria, y hacía una auténtica ensalada alemana de papas, así que asumo que era de verdad buenísima). Después frió dos huevos para acompañar «la mejor ensalada de papas» que había comido en su vida, que de pronto adquirió el rol de puré de papas. El Escribano es versátil y delicioso. ¿Qué más puedes pedir en un plato?