No solo es lindo y viene en muchos y vibrantes colores. También tiene un sabor dulce, especialmente cuando se asolea por un par de días antes de cocinarlo, como la mashua. Su contenido de almidón es bastante bajo, lo que le da una textura menos harinosa que las papas, y es tan versátil que puede ser usado tanto en platos dulces como salados.
No hay necesidad de pelarlo. Para cocinarlo puedes hervirlo, asarlo, rostizarlo, saltearlo, o cocerlo al vapor. También puedes hacer un gratinado de ocas con queso y otros tubérculos, o hacerlo en forma de puré en vez de las papas, para una guarnición riquísima y reconfortante.
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